domingo, 2 de diciembre de 2012

Cancer de Tiroides ( Segunda parte)

Por: Doctor Absalón Montoya Guivin (Cirujano Oncólogo del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas, INEN)

¿Cómo se diagnostica y se trata el Cáncer de Tiroides?
La mayoría de los cánceres de tiroides no producen ningún síntoma. El signo principal es un bulto o nódulo, posiblemente asintomático en la cara anterior del cuello, sobre la garganta, aunque la gran mayoría de los nódulos tiroideos son benignos (no cancerosos), algunos sí pueden ser malignos y por ello, es imprescindible que te dirijas a un Cirujano Oncólogo en caso de:
• Un bulto sobre la garganta o en alguna otra zona del cuello• Dolor en el cuello, mandíbula u oído
• Dificultad para respirar con la cabeza en una posición específica
• Dificultad para tragar o dolor tras deglutir
• Ronquera
• Tos crónica que no se debe a un resfriado.
• Sensación de opresión desagradable al usar corbata, prendas de cuello cerrado, sensación de presión en la garganta.
• Síntomas que indiquen una disfunción de la glándula tiroides (asociados a hipotiroidismo o a hipertiroidismo, ver arriba)
«Insistimos en que todos estos síntomas derivan simplemente de la existencia del bulto o nódulo en la tiroides, sin embargo, esto no implica que el nódulo sea un cáncer. Hay muchas otras causas por la que puede aparecer un bulto en el cuello, y sólo 5 de cada 100 resultan cancerosos».
Una vez que se ha detectado un nódulo, el objetivo será descartar la presencia de un carcinoma o tumor maligno:Ø Historia clínica: Debes informar del tiempo que llevas teniendo el nódulo. Si alguien en tu familia ha padecido cáncer de tiroides (especialmente cáncer medular de tiroides) o tumores de las glándulas suprarrenales, llamados feocromocitomas, es importante que se lo comuniques a tu médico. Si además sufres diarreas no olvides comentárselo pues en un pequeño número de casos este dato puede ser relevante.Ø Examen físico, como hemos dicho la palpación puede ser esencial ya que algunas características del bulto cervical -como su dureza y solidez, la presencia de ganglios en el cuello, etc- apoyan la posibilidad de que sea maligno.Ø Adicionalmente deberías asegurarte de que durante los exámenes físicos de rutina, se evalúe la región tiroidea. Ø Análisis de sangre. Ningún análisis de sangre puede indicar si un nódulo tiroideo es cancerígeno. Sin embargo, los análisis de sangre pueden mostrar si la tiroides está funcionando normalmente, lo que puede ayudar a los médicos a decidir qué otras pruebas pudieran ser necesarias. Ø Evaluación mediante Ecografía tiroidea de alta resolución para obtener imágenes de toda la glándula y de las cadenas ganglionares del cuello. Es una prueba de ultrasonido que indica si los ganglios adyacentes o los órganos cercanos a la tiroides han sido afectados y muestra el tamaño real de los nódulos y del tiroides. Ø La Gammagrafía de la tiroides se puede realizar para los nódulos que tengan un tamaño mínimo aparente de 1 cm. Se le inyecta al paciente una sustancia radioactiva que se acumula en la tiroides. En el monitor de la cámara gamma se podrá observar si el nódulo ha absorbido más o menos cantidad de esta sustancia que el resto del tejido de la tiroides. Ø En los casos que se sospeche o se quiera descartar la existencia de un tumor maligno se deberá solicitar una Punción Aspiración con Aguja Fina (PAAF). La norma habitual es practicarla en todos los nódulos solitarios de más de 1 cm. Mediante una aguja fina se pincha el nódulo y se extraen células del mismo con las que se realizará un examen microscópico del tipo de células benignas o malignas presentes.
Debes saber que, algunas veces, el diagnóstico no resulta fácil ni evidente y no se pueda determinar inicialmente la malignidad del nódulo pero tampoco se pueda descartar. Si estás en esa situación, los pasos a seguir dependerán del criterio del oncólogo que lleve tu caso individual.
Es el primer paso y el principal. Hoy en día existe el convencimiento de que la primera cirugía condicionará de forma significativa la evolución posterior del paciente y, por tanto, la curación o la posible aparición de mayores complicaciones. Es importante saber que, aunque estos tumores suelen avanzar muy lentamente, no realizar la operación o retrasarla en exceso supone un riesgo de progreso de la enfermedad y puede llevarte a requerir una intervención en una fase más avanzada, o incluso de urgencia, en peores condiciones del paciente y, por lo tanto, con mayor riesgo quirúrgico.
El objetivo de la intervención es eliminar o frenar la enfermedad y evitar la propagación del cáncer a los órganos vecinos y/o a distancia.
Al tratarse de las únicas células de nuestro organismo que absorben yodo, el yodo radioactivo o radioyodo se convierte en un vehículo muy eficaz para la terapia metabólica.
¿Porque es importante tener controles regulares?
Aunque se haya conseguido datos de marcadores y pruebas de imagen normalizadas, tras los tratamientos necesarios, es imprescindible realizar un seguimiento periódico con un endocrinólogo de por vida.
Su objetivo es doble:
• por una parte, mantener un adecuado control de la terapia hormonal sustitutiva y,
• por otra, detectar lo más precozmente posible la persistencia o una recidiva tumoral.
Recuerde, el cáncer de tiroides no se puede prevenir, por esta razón es muy importante detectarlo a tiempo, cuando aún es operable y curable; un examen anual por un médico especializado en cáncer es la mejor forma de cuidarse.