jueves, 13 de junio de 2013

Discapacitados y su derecho al trabajo

Por: Carlos Flores Borja
El Artículo 45 de la Ley Nº 29973, Ley General de la Persona con Discapacidad, dice que «la persona con discapacidad tiene derecho a trabajar, en igualdad de condiciones que las demás, en un trabajo libremente elegido o aceptado, con igualdad de oportunidades y de remuneración por trabajo de igual valor, y con condiciones de trabajo justas, seguras y saludables».
Y el Artículo 49 señala que «!as entidades públicas están obligadas a contratar a personas con discapacidad en una proporción no inferior al 5% de la totalidad de su personal…»
Según el Bach. Marco Tirado Montenegro, Sub Gerente de Recursos Humanos de la Municipalidad Provincial de Utcubamba, en esa comuna trabajan 283 personas, cuyo 5% sería 14; sin embargo, sólo han contratado a 8 personas con discapacidad, faltando por contratar a 6 más para cumplir con la ley.
Como los organismos del Estado son reacios a cumplir su cuota laboral, las personas con discapacidad a través de sus organizaciones de base, han optado por crear sus propios centros de trabajo, habiendo logrado algunas de ellas, como la APDU, el que se le construyan a través del Gobierno Regional, diversos talleres de trabajo donde hacer que los discapacitados, previa capacitación, se inserten en el área laboral.
En San Luís se acaba de inaugurar una moderna infraestructura que cumplirá con este fin. Allí se han construido y equipado parcialmente cuatro talleres de trabajo, al que las autoridades deben prestar toda la atención, en primer lugar, ayudando a implementar esos talleres, no solo con maquinaria, sino también con los insumos y materia prima indispensable para comenzar a producir. ¿De qué les vale a las personas con discapacidad el contar con máquinas de coser si no tienen la tela, los hilos y los botones para confeccionar ropa?
Comprometámonos todos, autoridades regionales y municipales, sociedad civil y empresarios, a hacer realidad el convertir a la edificación de San Luís en un emporio productivo, donde las personas con discapacidad tengan la oportunidad –y el derecho- de trabajar y ganarse el pan con el sudor de la frente, dejando de ser una carga para sus familias y para la sociedad.