jueves, 13 de junio de 2013

Cancer de Endometrio

Por: Doctor Absalón Montoya Guivin
El cáncer de endometrio (revestimiento interno del útero) es la neoplasia maligna más frecuente del aparato genital femenino. En los países desarrollados continúa incrementándose. Se considera una enfermedad que afecta a la mujer post menopaúsica pero cada vez se diagnostican más casos en mujeres de menor edad.
Como en otros tumores, es consecuencia de una serie de alteraciones genéticas (0,5 % al 1,4 %) que dan lugar a un crecimiento celular descontrolado. Sin embargo continuamos sin conocer los mecanismos por los que se producen dichas alteraciones. El 90% de los tumores malignos endometriales son adenocarcinomas, del 5% al 7% son carcinomas papilares serosos y el 2% al 3% restantes carcinoma de células claras; siendo estos dos últimos los más agresivos. Su diseminación es por invasión del músculo uterino (miometrio), por extensión directa a las estructuras adyacentes, a través de las trompas, por vía linfática y hematógena.
FACTORES DE RIESGO
La causa real sigue siendo aún desconocida; pero están relacionados con un estado de estrogenización crónica: nuliparidad, primera menstruación a temprana edad, menopausia tardía, obesidad, tratamiento con estrógenos no contrabalanceada con hormonas de acción opuesta y algunas enfermedades crónicas tales como la diabetes y la hipertensión arterial.
Se relaciona igualmente un aumento del riesgo de cáncer del útero en: pacientes que recibieron tratamiento con radioterapia en la pelvis, antecedente de cáncer de mama, ovario, colon y haber recibido tratamiento con tamoxifeno para el cáncer de mama.
SÍNTOMAS DEL CÁNCER DE ENDOMETRIO
Como la mayoría de los cánceres, el cáncer de endometrio se trata mejor cuando se detecta pronto. Los síntomas iniciales pueden ser cualquiera de los siguientes:
• Hemorragia o flujo no relacionados con la menstruación.
• Dificultad o dolor al orinar.
• Dolor durante el coito (dispareunia).
• Dolor en el área de la pelvis (tipo presión).
Es importante saber que el 90% de las pacientes se quejan de sangrado uterino, anormal o post menopaúsico y aproximadamente el 15% tienen cáncer de útero. Los hallazgos iniciales más frecuentes en estas pacientes son: flujo vaginal, hemorragia, colección intrauterina (hematómetra), papanicolau anormal (células glandulares atípicas; es necesario realizar una biopsia endometrial), menstruaciones abundantes y sangrados intermenstruales.
DIAGNÓSTICO:
Es necesario proceder a una exploración física detallada de la pelvis. Es de gran importancia la confirmación diagnóstica mediante biopsia endometrial o dilatación y legrado, este procedimiento en ocasiones es difícil sobre todo en mujeres de edad avanzada que pueden presentar obstrucción del orificio del cuello uterino, requiriendo entonces dilatación y legrado biopsico bajo anestesia. Si el reporte patológico no es concluyente se requerirá de histeroscopia y biopsia dirigida (exploración de la cavidad uterina con cámara de video).
Pueden estar indicadas otras pruebas como: radiografía de tórax, ecografía transvaginal, tomografía computarizada y resonancia magnética.
El estadiaje (hasta donde avanzo la enfermedad) es quirúrgico y nos permite evaluar el tratamiento complementario y el pronóstico.
TRATAMIENTO
En general el tratamiento del cáncer de endometrio es quirúrgico: histerectomía y salpingooforectomia bilateral (extirpación de útero, trompas y ovarios), seguido de resección de ganglios pélvicos y retroperitoneales, considerando que la resección de las metástasis ocultas durante el estadiaje puede mejorar la supervivencia.
El tratamiento complementario depende del tamaño, localización y tipo de tumor, se considerara además el estado general de la paciente; teniendo como alternativas la radioterapia y la quimioterapia.
De confirmarse la extensión de la enfermedad al recto o vejiga se puede optar por cirugía ultra radical y/o radioterapia. Si existe enfermedad extra pélvica (metástasis) se optara por hormonoterapia o quimioterapia y radioterapia
Los tratamientos para el cáncer se revisan continuamente, los especialistas oncólogos conocerán la mejor medicación para la paciente, el objetivo de ésta y los posibles efectos secundarios.
PREVENCIÓN
Debemos centrar nuestro esfuerzo en reducir los riesgos con una dieta de bajo contenido de grasa animal y sal , controlando su peso, consumiendo alimentos saludables, haciendo ejercicios, controlando la presión sanguínea, reduciendo el estrés y acudiendo al médico especialista (ginecólogo oncólogo) si es que presenta algunos de los síntomas antes descritos.