martes, 5 de noviembre de 2013

Amazonas de duelo por la partida del AMIGO Eduardo Peláez Bardales...Siempre viviras en nuestros recuerdos y corazones de tus familiares y amigos

Dido quedarás para siempre en el recuerdo y corazón de Amazonas que ciertamente está de duelo por tu inesperada partida, pero estamos seguros que desde arriba junto a nuestro Señor, tus padres Matilde y Mario, así como tu hermano Mariano, guiarán nuestros pasos para seguir trabajando por el progreso de nuestra querida región Amazonas como tu tesoneramente lo venias realizando hasta el final de tu partida. La temprana, sorpresiva e inesperada partida de nuestro querido y estimado «DIDO» ha causado un profundo dolor y tristeza, no solo en su querida e inseparable esposa Rosita, en sus hijos Eduardo y Evelin, en sus hermanos Mario, José Antonio, Edmundo y María Luisa, en su suegro don Germán Santillán, en sus tías, tíos, cuñado, cuñadas, sobrinos, sobrinas y toda su numerosa familia, sino también en los cientos, miles de AMIGOS que forjó en toda la colectividad amazonense y nacional. Mi estimado DIDO compañero de promoción, de carpeta en las aulas del Glorioso Colegio San Juan de la Libertad en nuestro querido Chachapoyas, La Revista El Torreón que me honro en dirigir, a la que apoyaste generosamente no solo porque su propietario y director es tu compañero de promoción y de carpeta Raúl Arista Jiménez, sino «en reconocimiento al importante trabajo profesional de apoyo a la difusión de la cultura, de la información y promoción del desarrollo de Amazonas y los amazonenses» como públicamente destacaste en más de una oportunidad, hoy que físicamente ya no estas con nosotros, lo reiteramos lo señalado en numerosos artículos e informaciones que publicamos en los más de 16 años de labor periodística ininterrumpida que venimos realizando y a través de los cuales fuimos testigos de excepción del gran amor y esfuerzo que realizaste desde muy joven en favor del desarrollo de los pueblos de nuestra región hasta los últimos instantes de tu fructífera existencia, para emprender el viaje sin retorno precisamente en nuestro querido Amazonas, en el fundo Achamaqui, en el que en los últimos años diversificaste y prolongaste tu exitosa carrera empresarial incursionando en la agricultura con el cultivo de chirimoyas y en el turístico con la construcción de un hermoso hotel que tiene concesionado Casa Andina. La Revista El Torreón, tu revista El Torreón querido Dido, está de luto por tu partida, sin reponernos aún del duro golpe que ello ha significado, porque incluso tu partida coincidió cuando nosotros estábamos fuera del país y por lo tanto no estuvimos presentes en tus funerales, entendiendo claramente que nuestras palabras serán insuficientes para expresar todo lo que hiciste por el terruño que nos vio nacer y los numerosos proyectos que dejas, lo siento como un deber moral y de amigo, rendirte este sencillo y modesto homenaje póstumo a un preclaro, ilustre y distinguido hijo amazonense como has sido, eres y serás por siempre mi querido Eduardo Peláez Bardales, al mismo tiempo permítame hacer público nuestras más sentidas condolencias a su querida esposa Rosita, a sus hijos Evelin y Eduardo, a sus hermanos Mario, José Antonio, Edmundo y María Luisa y a todos sus familiares, que Dios el Ser Supremo les de resignación para entender y aplacar el dolor de la partida del ser querido y que Dido descanse en paz en la gloria del Señor conjuntamente con sus padres Matilde y Mario y su hermano Mariano. No estuvimos presente en tus funerales porque nos encontrábamos fuera del país, pero en este modesto homenaje póstumo mi querido Eduardo, publicamos tu último discurso que pronunciaste en el auditorio de la Asamblea Nacional de Rectores la noche del homenaje a tu papá Mario Peláez Bazán, por los cien años de su nacimiento y además la última fotografía que posaste para mi lente de la Revista El Torreón, precisamente con tus hermanos Mario, María Luisa, José Antonio y Edmundo, nada menos que el 20 de setiembre, ahí nos despedimos, solo Dios sabía, a 17 días de tu partida, pero Dido siempre estarás presente en nuestros recuerdos y corazones de tus familiares y amigos.