sábado, 13 de abril de 2013

Esposa y regidor revelan que amenazas al alcalde llegaban a su celular

El alcalde distrital de Camporredondo, Wilder Cieza Silva, recibía amenazas de muerte desde octubre del año pasado, cuando se salvó de milagro de un sospechoso asalto a mano armada, según reveló el regidor Napoleón Vásquez Tafur, quien denunció que también recibe amenazas similares.
Según el concejal de las filas de la agrupación regional Juntos por Amazonas, como también lo era el asesinado alcalde Cieza Silva, las amenazas contra el burgomaestre eran constantes a través de llamadas y mensajes de texto enviados a su celular en los que se le exigía que deje el cargo.
El alcalde no dio importancia a las amenazas y se negó a denunciarlas ante la policía.
El ataque ocurrió cuando el alcalde retornaba a Camporredondo del caserío de Cococho donde radicaba con su esposa y dos hijos. La viuda manifestó haber tenido también conocimiento de las amenazas.
Precisamente haciendo la misma ruta de Cococho-Camporredondo el alcalde fue asaltado el 22 de octubre del 2012. Sujetos armados lo atacaron, pero pudo burlarlos. En ese entonces no le quitaron dinero ni pertenencias. El viernes el atacante tampoco hurgó entre sus ropas y huyó luego de los disparos. Uno le impactó en el corazón y otros en el páncreas.
El fiscal adjunto de la Fiscalía Mixta de Utcubamba, Vladimir Meléndez, no descartó que el móvil del asesinato sea de índole política. «Todo está en investigación», dijo e invocó a los vecinos a reportar toda información que ayude a esclarecer el crimen ocurrido a pocas cuadras de la comisaría de Camporredondo.
Los asaltos y robos son continuos en carreteras de Camporredondo
Los restos de Wilder Cieza fueron sepultados en el cementerio del anexo de Cococho luego de ser velados por sus familiares y fieles de la iglesia evangélica a la que pertenecía.
Marcela Rodríguez, su esposa, exigió justicia y sanción para los autores del crimen. La acompañaban durante el suceso sus hijos Wilder(9) y Hans (7).
La inseguridad en Camporredondo es alarmante, los asaltos y robos en las carreteras son constantes, la única comisaría cuyas instalaciones requieren refacción urgente cuenta con solo 8 policías que deben dar seguridad a unos 8 mil pobladores, según el fiscal Vladimir Meléndez.