lunes, 16 de abril de 2012

PRESENTARON POEMARIO "MENSAJES DE BARRO" De David Muñoz Tuesta

En ceremonia realizada el jueves 15 de marzo en el auditorio de la Derrama Magisterial se presentó el poemario «Mensajes de Barro» del poeta chachapoyano David Muñoz Tuesta.
La ceremonia se inició con las palabras de Otoniel Alvarado quien además dio lectura a una semblanza del autor realizado por el profesor Alejandro Valdéz.
La presentación y comentario del Poemario Mensajes de Barro de David Muñoz Tuesta, estuvo a cargo de Luís Arista Montoya y finalmente las palabras del autor en las que agradeció la participación de numerosas personas regalando un recital de algunos poemas que vienen en su obra.
A continuación presentamos un resumen de la participación de Luís Arista.
«Chachapoyas fue refundada en una escarpada meseta que hasta hoy la cobija, casi rodeada por dos profundos y abismales cañones: Utcubamba y Sonche. Rememoro y la tengo presente en mi imaginario esta difícil – y paradójicamente bella - geografía al leer, degustar y comprender el poemario «Mensajes de Barro» del poeta chachapoyano David Muñoz Tuesta, que al mismo tiempo es también un científico(médico).Situación rara en esta sociedad de consumo, donde la poesía casi ha abandonado la poética del cuerpo humano; y la medicina cada vez se torna en tecnología de diagnóstico y cirugía. Olvidando la dimensión anímica y afectiva de la persona humana.
Esta es una primera idea que rescato de esta obra: el poeta/médico inmerso en la comprensión del enigma de la vida a través de la escritura poética y no de la escritura en prosa, ni mucho menos con una esotérica caligrafía de médico cuando receta.
Filósofo y Poeta
Yo no soy poeta, por ahí tengo algunos poemillas fruto del enamoramiento adolescente, de la rabia juvenil o de la soledad. No siento vergüenza. Los guardo en amarillentos papeles. Mi formación es filosófica. Yo no sé porque David ha confiado a un filósofo el comentario de su poemario, pues no soy un Goliat del pensamiento, sino más bien un David. Quizá para estar de David/a/David. Soy un obrero de la filosofía, como lo es él de la poesía. Nos une el obrar diario con palabras para dar cuenta a los demás (ustedes) de nuestro obraje a través de la obra escrita. Ambos somos siervos de la palabra: no nos servimos de ella, estamos a su servicio, cual lacayos, peones, pongos, obreros.
Imaginen un momento los inmensos cerros contiguos que estrechan los dos cañones anteriormente mencionados. Así son la poesía y filosofía: dos montañas separadas abismalmente. La filosofía busca develar la verdad a través de ideas, conceptos y argumentaciones; en cambio, la poesía devela la verdad a través de imágenes, crea mundos imaginarios, pero es también un pensar por medio de imágenes, alegorías, metáforas, figuras literarias.
Desde «El Arte Poética» del viejo filósofo griego Aristóteles – cuya ética contra la usura ha sido abandonada por los financistas, banqueros y tecnócratas griegos, causando una pavorosa crisis - , se conoce las tensiones y aproximaciones entre el discurso filosófico y la retórica poética, además de la función social de ambos y del compromiso del escritor. «Se conoce bastante bien la relación de la filosofía y la poesía. Pero no sabemos nada del diálogo entre el poeta y el pensador que habitan cerca en montañas separadas por abismos»decía el filósofo alemán Martín Heidegger, uno de los mejores intérpretes de la poesía de Nietzsche y Hölderlin,
He tratado de acercarme sigilosamente a la montaña donde habita David Muñoz. Esta noche les presento algunos caminos de acceso para gozar y comprender su poesía. En su poemario que es un conjunto disperso de poemas existen algunas claves poéticas a manera de hebras centrales atravesadas por hilvanes que se entrecruzan y van entramando temas. Destacar esas hebras del entramado es mi objetivo. Veamos.
Hebras
Pese al sugestivo título del poemario «Mensajes de barro», la palabra «barro» casi no está presente en el corpus del poemario, solo en las página 15(en el primer poema, febrero 1964) y la página177(en «Mi amistad») está mencionada, en las restantes no, aunque está aludida, porque el barro es la materia que modela el poeta caminante, barro «traído de todos los caminos». Es más, el poeta es un «barro pensativo» como diría Vallejo, aludiendo a su fragilidad y grandeza.
He aquí una hebra central: la impronta vallejeana está presente en sus mejores poemas donde habla del dolor, el hambre, el pan, la esperanza, de la finitud del hombre y del Dios infinito. Su religiosidad protestante discurre e incursiona también por esos temas. La palabra pan está mencionada once veces: Al recordar a su padre carpintero dice: «Veo tus manos/fuertes y callosas/por tanta madera gastada/para convertirlo en nuestro pan» (p133/34). Su poema «César Vallejo» (Lima 15 abril 1967; p. 104), con el que ganó un premio en la Universidad la Católica, es todo un tributo de epígono que se siente culpable: «César Vallejo/, de tu Dios que no fue hombre/, de tus Marías que se van /,quizás yo también tenga la culpa».
Otras hebras que encontré- que ahora no deshilacharé - son: el amor(aunque no el erotismo), donde se nota la influencia de Neruda. «Yo te espero en el sol/que alumbra cada nueva mañana/, y en las noches solas/y sombrías/mis manos extrañan tus manos» («María», p. 45; que puede ser recitado, o letra de vals).
También está el tema delmar/desierto (por su vivencia costeña). El tema del compromiso social(o de la función social de la poesía) referido al problema del terrorismo y de la minería, muy actuales.